Desde que Netflix confirmase que la serie Special, protagonizada por el maravilloso Ryan O’Connell iba a tener segunda temporada no quepo en mí de impaciencia. Se supone que los guiones se terminaron de escribir en enero pero todavía no conocemos la fecha en la que podremos disfrutar de nuevo de esta serie maravillosa. Y no me quedan uñas para morderme.
Special, una serie diferente

Special es una serie que me enganchó desde el primer momento (me la ventilé en una tarde) y que el otro día volví a ver y me volví a enamorar. Los capítulos se consumen como las pipas porque tan solo duran 15 minutos y no puedes parar. Uno, otro y otro.
La serie, con una parte autobiográfica del propio O’Connell cuenta la historia de un chico gay con parálisis cerebral que decide abandonar las faldas de su madre (que siempre lo ha tenido entre algodones) y empezar a valerse por sí mismo.
Consigue un trabajo, quiere independizarse, empezar a tener sexo… En parte por la parálisis y en parte porque es un buenazo al protagonista le pasan todo tipo de situaciones de lo más hilarantes.
La pérdida de la virginidad

La serie está producida por Jim Parsons (el icónico Sheldon Cooper de The Big Bang Theory) y, aunque se centra más en la comedia que en el romance, también nos ha dejado algunas escenas bastante sexies.
No esperéis grandes escenas de sexo porque no las vais a encontrar pero, siendo uno de las principales preocupaciones de Ryan la pérdida de su virginidad… bueno algo hay.
En primer lugar, el intento fallido de enrollarse con un maromo en una fiesta que le acaba dejando a medias. Al parecer Ryan, que mucha experiencia en el amor no ha tenido, besa bastante regular y el chico sale espantado.
Pero Ryan es un chico listo y piensa “a mí esto no me pasa dos veces”. Así que contrata a un prostituto para perder la virginidad con él ¡qué acierto! No es lo más romántico del mundo pero es terriblemente práctico.
Además, si te toca, como a Ryan, un trabajador sexual que está bueno, es cariñoso y sabe lo que hace… pues sacas la misma conclusión que nuestro protagonista: “El sexo anal es un pasote”. Me gusta mucho esta escena de sexo porque es de todo menos perfecta. Como ya comentaba en este artículo, considero que el sexo en la ficción, aunque es una fantasía, tiene que resultar creíble para el que lo consume.
Y ya con la lección aprendida y el cuerpo entrenado, puede Ryan dedicar su tiempo a conquistar el corazón de ese hombre casi perfecto que aparece más adelante en la serie.
Punam Patel, esa secundaria imprescindible

El mayor atractivo de la serie Special es, por supuesto, Ryan O’Connell, que está inmenso. Pero además, el chico sabe rodearse bien y Punam Patel ha sido uno de sus mayores aciertos. La actriz, con un pie en la India y otro en Estados Unidos, es el toque de desparpajo y poca vergüenza que le falta a Ryan.
Interpreta a la mejor amiga del protagonista, luce una talla XL con toda la gracia del mundo y no entiende cómo a alguien le pueden interesar esas modelos escuálidas de Los Ángeles.
Seguro que Patel seguirá en la segunda temporada porque la serie de Netflix, simplemente, no puede prescindir de ella. Segunda temporada que, esperemos llegue muy pronto porque, repito: ¡No me quedan uñas para morderme!
Así que, señores de Netflix, sed buenos y alegradme el 2020 con más capítulos de Special: que vienen haciendo falta.
Si queréis más contenido sobre series con personajes LGTB consulta esta sección del blog. Yo vuelvo el martes con otro artículo relacionado con la ficción gay.
¡Nos leemos!