Juegos de billar

Portada de Juegos de Billar, relato erotico gay de Roma Robles

Extracto del libro

Sale fuera para recoger los vasos del cuarteto y ve a un chico mirándole desde un banco de la plaza, a unos diez metros de la terraza. Al principio no le reconoce. Se trata de un joven, más o menos de su edad, corpulento, gordito que dirían algunos, con la cara recién afeitada y un brillo tímido en la mirada. Es esa mirada la que le hace recordar. Pues claro. Es el chaval ese, el pijeras, amigo de Alessandra. El de la otra noche en su piso. Le sonríe y el le devuelve la sonrisa. A Silvio le parece que se sonroja, a pesar de que con la tenue luz de las farolas, no puede asegurarlo. Finalmente se acerca.

—¡Hola! —saluda el otro con una confianza bastante forzada.

—¿Qué tal? Leo ¿no? —contesta Silvio.

—Si. —sonríe el otro y Silvio intuye que está aliviado de que lo recuerde.

—¿Llevas mucho ahí? —señala el banco.

—¿En el banco? No, no —se apresura a aclarar el otro —Había quedado con Alessandra y Mario pero se han ido ya. Así que pensé en ir dando una vuelta hasta casa, he pasado por la plaza y te he visto recogiendo. No quiero que pienses que soy un acosador ni nada parecido. —finaliza atropelladamente mientras se pone rojo como un tomate.

Silvio suelta una carcajada sincera por primera vez en toda la noche.

—No hombre, no. Tranquilo, que no pienso eso. Pasa anda, te invito a algo mientras termino de cerrar.

Si quieres seguir leyendo esta historia de amor y sexo gay puedes hacerlo aquí.